Ley MordazaManifiesto

Discurso de nuestro Yayo Ovidio en el Congreso de los Diputados, ante la reforma de la Ley Mordaza

Transcribimos aquí el magnífico discurso de nuestro Yayo Ovidio:

Quizá porque nuestra niñez y nuestra juventud Yayoflautas la vivimos en una dictadura militar, somos especialmente sensibles al recorte de derechos y libertades. Y hemos estado desde el primer momento contra los recortes que ha supuesto la Ley de Seguridad Ciudadana, Ley Mordaza y otras Leyes Mordaza.

Hemos participado en las protestas organizadas desde No Somos Delito, y hemos dedicado a menudos nuestros Lunes en Sol a pedir la derogación de la Ley Mordaza.

Hemos asistido a juicios y protestas de quienes la han sufrido, nosotras también.

Pues, aunque los nuevos relatos de la Transición quiera hacernos creer que la Democracia llegó a España como un regalo de su Graciosa Majestad Juan Carlos I, en esa lucha de décadas sufrimos de cerca la represión y hasta la pérdida de personas cercanas. De ahí que uno de nuestros lemas es que «la ley mordaza mata la democracia», una democracia que a base de «madurar» está dando preocupantes síntomas de podredumbre, y esta Ley es uno de estos síntomas.

Cuando las protestas por regenerar la democracia, a raíz del 15M dieron como resultado un aluvión de multas administrativas sin soporte jurídico, en buena mediada recurridas y ganadas por la excelente labor de colectivos como Legal Sol, la mayoría que ostentaba el PP aprobó la Ley de Seguridad Ciudadana para impedir que pudiera producirse otro 15M, y poder controla y reprimir toda protesta.

Pese al título de Ley de Seguridad Ciudadana, lo que buscaba no era nuestro seguridad sino la suya.

Quizá también porque en nuestra juventud tuvimos que correr delante de los grises, soportar sus cargas, sus abusos de autoridad y sus detenciones, somos también especialmente sensibles a la «presunción de veracidad» que la Ley Mordaz otorga a los cuerpos y fuerzas de seguridad, impregnados en su inmensa mayoría por personas poco proclives a creer en la democracia y dispuestas a defender los intereses y valores de las clases privilegiadas.

Hemos vivido numerosas identificaciones intimidatorias, evidentes abusos policiales, hemos asistido a juicios basados en montajes policiales. Sabemos de maltrato policial dentro y fuera de las comisarías. Hemos visto juicios que han acabado en condena con la única prueba de un testimonio policial, incluso cuando había pruebas gráficas que demostraban lo contrario.

¿Qué más hace falta para que tal presunción de veracidad policial sea derogada de raíz? ¿Qué formación en derechos humanos recibe la policía? ¿Cómo no resistirse a esa fea costumbre de infiltrar policías en asociaciones de todo tipo?

Cultiva la democracia es cuidar no solo sus leyes sino también sus instituciones. Es cultivas los brotes verdes regenerativos del tejido social que debe crecer en libertad para generar protestas y propuestas.

La criminalización de la protesta pacífica jibariza la democracia. Cada Centro Social cerrado ha sido un brote verde truncado.

¡NUNCA MÁS!

Foto de @a.makeda.mk