Iniciar un camino de construcción
La comunicación, la política, la economía al servicio de la dignidad de las personas. El pueblo ya ha iniciado un camino de construcción (no solo de denuncia del horror de lo que no funciona y agrede al ser humano) de puentes para acercarnos, para encontrarnos, para respetarnos.
Nos tenemos que ayudar con un trabajo diario, constante y solidario para poder restablecer, recomponer nuestras relaciones interpersonales, para restaurar el tejido social y devolver la esperanza de poder caminar lejos de la exclavitud y de la miseria en la que nos quieren hundir.
Los canales con los que defender los derechos ciudadanos se están elaborando y crecerán y se robustecerán con el trabajo y la incorporación, a este camino de construcción, de más y más personas convencidas de que hay que sumar todas las fuerzas posibles para trastocar este poder envilecido.