Beber y comer de nuestro entorno
Las bebidas, ensaladas, verduras cocinadas a base de flores, frutas y hierbas silvestres, son una forma sana de aprovechar el verano y las excursiones a parajes límpios para crear hábitos de recolección de plantas beneficiosas y tomar decisiones graduales de autonomía alimentaria, aprovechando el conocimiento de los abuelos sobre hierbas silvestres y flores comestibles y terapéuticas.
Valgan como ejemplo el trébol rojo, la margarita, el diente de león y la mora, fácilmente distinguibles.
Para preparar una limonada con flores de trébol rojo se necesitan dos manos llenas de flores, un litro de agua, jugo de medio limón, algo de menta o melisa y que repose dos horas (el trébol rojo contiene taninos, isoflavonas y abre obstrucciones internas de hígado, riñón y bazo, con lo que produce un ánimo alegre).
La margarita que contiene sílice y flavonoides, es una planta deintoxicante de la que son comestibles sus hojas y flores, al igual que el diente de león. Son magníficas en ensaladas.
Las moras como postre nos darán un gran aporte de vitamina C y taninos de gran ayuda para una buena digestión.
Para quien quiera ampliar la información sobre alguna de las plantas y sus efectos, aconsejamos usar http://www.botanical-online.com
Una web que cuida la información respecto a contraindicaciones y suele incorporar últimas investigaciones sobre usos de las plantas.