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Paseo por el Madrid de la Memoria y el Olvido

Empezamos el año 2025, año en que se cumplen 50 de la muerte del dictador Francisco Franco, con un paseo por el Madrid de la memoria y el olvido. Este paseo fue iniciativa de nuestro compañero José Candalija, profesor de historia jubilado, y con un guía de lujo  Emilio Silva presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica.

La primera parada la realizamos al lado de la estatua del Oso y el Madroño, en este lugar sucedió algo desconocido por los miles de personas, madrileños y turistas, que pasamos cada día. Allí cayó una bomba de las miles que cayeron en los bombardeos del otoño del 36, en el momento en que se consideraba inminente la caída de Madrid. El gobierno había huido a Valencia y la defensa estaba a cargo del general Miaja. Estas bombas en el centro de la ciudad tenían el objetivo de amedrentar a la población y facilitar la caída de la ciudad. El obús que cayó en la Puerta del Sol fue tan gigantesco que dejo al descubierto el túnel del metro que pasa por debajo.

Nadie sabe que esto ocurrió allí porque no hay ningún cartel ni nada que lo recuerde. La segunda parada la realizamos el edificio del Corte Inglés de Callao (antiguas Galerias Preciados), en este edificio estaba el hotel Florida. Aquí el tema de la memoria y el recuerdo es todavía más retorcido, ya que hay un placa que, supuestamente, explica la importancia de lo que significó este hotel y sin embargo oculta lo más importante, que todos estos escritores y periodistas estaban cubriendo la guerra civil y desde la azotea de este hotel podían ver la casa de campo donde estaba el frente de la guerra.

Si comparamos esta placa con la que está doblando la esquina en el mismo edifico nos damos cuenta de lo bien que se pude explicar lo que ocurrió y honrar la memoria de las victimas, si se quiere.

La tercera parada la realizamos en el monumento que el Ayuntamiento de Madrid ha dedicado a los madrileños deportados en los campos de concentración nazis. Está situado detrás de la plaza de la Villa y pretende recordar a las personas que sufrieron está barbarie. El monumento denominado “Puerta de la libertad” es tan abstracto que nadie al verlo puede tener la menor idea de a qué o quiénes está dedicado. Los nombres de las 449 víctimas están divididos en columnas “Los árboles de los sueños” con lo que se pierde el impacto que supondría  ver juntos todos los nombres de estas personas.

Emilio nos hace ver como cuando se quiere transmitir algo claramente se hace muy bien, como en el caso de la estatua al legionario en la Castellana (2,78 metros de altura), que parece ser que pronto será acompañada por un miembro de los tercios de Flandes de tamaño parecido.

La siguiente parada es el instituto San Isidro, allí en la fachada sigue habiendo un escudo franquista, es decir, a pesar de la ley de memoría historica que lo prohibe, escudandose en el valor artístico de esa fachada no se ha tocado el escudo.

Continuamos en el edifico de la calle de la Espada que fue “La gota de leche”, lugar en el que los niños recibían un cacillo de leche y un bollo de pan. Aquí también tuvo lugar un bombardeo terrible que mató a muchos niños. La República hizo un cartel con la foto de una de las niñas diciendo: “Si tolerais esto vuestros hijos serán los siguientes” que causó un gran impacto mundial, pues eran los primeros bombardeos de niños inocentes. Hoy estas imágenes no nos impactantan de las misma manera pues hemos visto muchas, ahora mismo las de miles de niños palestinos.

Por supuesto, nada hay en este edificio que recuerde lo que fue y lo que allí pasó.

Seguimos nuestra visita en la iglesia de San Sebastián en la calle Atocha, allí en una placa que explica su historia se dice:

Por último, desde la plaza de Canalejas contemplamos la cuadriga que corona el edifico del antiguo Banco de Bilbao. Nos explica Emilio que esta escultura y todas las que había en la Gran Vía eran doradas, pero durante la guerra civil se pintaron de negro para evitar que los reflejos dorados guiaran a los aviones en los bombardeos. En este caso, eso tampoco se informa y siempre pensamos que el negro era su color original.lbombardeos. En este caso, eso tampoco se informa y siempre pensamos que el negro era su color originalsiempre pensamos que el negro era su color original.

Emilio compara la formación que tiene los guías alemanes que enseñan los campos de concentración con la que tienen los españoles que muestran el Valle de los Caidos, allí les obligan a hacer curso sobre la historia del lugar y aquí él ha oido a algunos decir verdadera barbaridades. Desgraciadamente, no se puede comparar, Hitler y los nazis perdieron la guerra, Franco y los fascistas la ganaron. En España se mantuvo una dictadura sangrienta duante casi cuarenta años y de ahí venimos y arrastramos todavía esta memoria y este olvido dictado por los vencedores de entones.

Ana Parra – Yayaflauta Madrid.