El descontento de padres y abuelos

Junto a los logros de la Sanidad madrileña, organizada como Marea blanca, el artículo de Pedro Sanchez Pagán en Infoactualidad, nos señala como movimiento social organizado para realizar denuncias conjuntas y transformar a la sociedad:

http://www.ccinf.es/infoactualidad/index.php/profundidad/3824-luchando-por-cambiar-el-mundo-desde-la-calle

Recortamos el texto en referencia a nuestro movimiento:

El movimiento Yayoflauta también protagoniza el primer plano de la denuncia social. La iniciativa nació en Barcelona “como consecuencia de la indignación de la gente, ya que les estaban privando de sus libertades”. El nombre del movimiento surgió por el calificativo “perroflautas”, con el que la entonces presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, se refirió a los integrantes del 15M. “Los catalanes decidieron que si sus hijos eran perroflautas, ellos serían yayoflautas”, declara Lola García.

 

El movimiento tiene lugar en varias ciudades españolas. En Madrid surgió con un grupo de personas mayores que se reunió en un café en Sol. Se habían visto previamente en una manifestación del 15M. El colectivo empezó a organizarse mediante asambleas y un ideario. “El objetivo es luchar por los derechos de nuestros hijos y nietos, con una conciencia social crítica para intentar construir otro mundo buscando alternativas”.

 

Desde el movimiento yayoflauta explican que trabajan en las redes y en la calle, principalmente. Los lunes por la tarde se reúnen en Sol con pancartas de diferentes temáticas, dependiendo de la actualidad, para explicar a la gente lo que defienden. “Trabajamos en la calle, porque pensamos que si no fuera así, se perdería la emoción que une a las gentes con las gentes. Y sin red perdemos la globalidad y el arma organizativa más potente”.

 

Líneas de acción y primeras movilizaciones de los yayoflautas

 

Las líneas de acción del movimiento Yayoflauta se centran en recuperar canales de información y participación social. Dan información alternativa a la gente en “los lunes al Sol” -así llaman a sus concentraciones cada lunes frente a la Puerta del Sol en Madrid-. “Tratamos de contrarrestar la prensa y los medios oficiales. Hacemos una crítica sobre el modelo insolidario, que solo busca el beneficio y que expolia los recursos de la gente y del planeta”. Otras de las líneas de acción son la defensa de los servicios públicos y los derechos humanos; junto con la lucha contra la corrupción.

 

La primera gran acción propia del movimiento Yayoflauta fue la ocupación de una oficina de Bankia en Madrid, para denunciar el rescate financiero de la entidad. La protesta fue coordinada con otras cuatro ciudades: Barcelona, Valencia, Palma y Sevilla. Reclamaron también responsabilidades políticas y penales contra el ex presidente de Bankia, Rodrigo Rato. Y participaron en la iniciativa “15MpaRato”, que presentó una querella contra el expresidente de la banca.

 

En la lucha contra la privatización de servicios públicos, protagonizaron en 2012 un encierro en la Consejería de Sanidad y otro en el Colegio de Farmacéuticos exigiendo detener las privatizaciones y el euro por receta. Además, en la lucha contra el fraude fiscal, realizaron un encierro en Hacienda, en la sección de grandes contribuyentes.

 

Influencia de los movimientos sociales en la política nacional

 

La política oficial no va hacia la consecución de lo que las organizaciones sociales solicitan, sino que está haciendo retroceder a la sociedad a la época franquista. Añade que la política represiva está dando sus últimos coletazos. “La gente está despertando. La pérdida política (retroceso de votos en las encuestas) del PP es gracias a estas luchas”, asegura. Concluye diciendo que son logros políticos, sociales y de transformación cultural de la ciudadanía. Y añade que los movimientos sociales están interviniendo en la creación de una cultura y una sociedad diferente.

 

La sociedad ha comenzado un proceso de cambio. Ha activado su ojo crítico sobre corrupción, recortes y desigualdades. Participa de forma activa en la política y denuncia lo que no le gusta. Con las jornadas electorales a la vuelta de la esquina, los partidos políticos tienen la ardua tarea de buscar la complicidad con el electorado para reflejar en sus programas electorales las demandas de la sociedad.

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