Denunciando el silencio de la Iglesia ante la crisis

Hoy l@s yay@flautas hemos ido al Palacio Episcopal a  denunciar la actitud pasiva de la Iglesia ante la crisis mientras la gente  lo pasa mal.

En las pancartas  lucíamos slogans como:

Los capos que nos rodean, mantilla y rosario llevan.

Con derechos humanos y justicia social, no se necesita la hipócrita caridad.

A Dios rogando y el genocidio económico practicando

Mucha miseria el pueblo, mucha abundancia el clero

El paraíso fiscal está en el palacio episcopal

La gente masacrada y la iglesia callada

Con la pobreza y el miedo le crecen clientes al clero

Voto de pobreza, hipócrita vileza

Al pie del palacio episcopal, la gente lo pasa mal

La catedral de la Almudena solo te cobija, según quien seas

La religión a sus templos…fuera de la escuela

¿Qué parte del mensaje evangélico ”reparte el dinero entre los pobres”, no habéis entendido?

Pretendíamos entregar una carta con nuestra denuncia pero el Arzobispado no nos abría la puerta. Es más, entreabrían amenazantes para que nos fuéramos y cerraban a portazo con riesgo de golpearnos. En la espera hemos  cantado ante el Arzobispado  «dónde están los curas matarile-rile-ró».

La misiva a Rouco critica privilegios de la Iglesia «difíciles de comprender», como las exenciones en el pago del IBI o que los profesores de religión de la escuela pública sean «elegidos por la Iglesia Católica y pagados por el Estado, es decir, por todos».

Los Yayoflautas  echamos de menos que la jerarquía de la Iglesia, «tan combativa y presente en las calles en otros momentos, hoy calle ante el sufrimiento cada vez más generalizado de los ciudadanos».

La carta menciona el «panorama desolador» de Madrid formado por casi seis millones de parados, miles de familias desahuciadas, recortes en prestaciones sociales para los más necesitados, ancianos, minusválidos, dependientes, crónicos.

Queremos saber «qué dice la Iglesia Católica» ante las políticas que condenan a los madrileños a emigrar, ante el desempleo, ante los desahucios o «qué piensa de esa clase política que se ha instalado en la corrupción, el engaño y la falta de escrúpulos».

Tras una hora, aproximadamente, llegó la policía a la que sí abrieron la puerta del Arzobispado, tras lo cual permitieron entrar a dos personas a entregar la carta y se negaron a que entrase prensa. La prepotencia de los que nos recibieron se masticaba, pero baste decir que uno de los presentes era el asesor jurídico del arzobispado y que exigieron detallar en el escrito el nº de DNI de las dos yayaflautas que entregaban la misiva, indicándoles amenazadoramente que ellos con tal papel podrían hacer lo que quisieran y que iban a entregarlo a la policía.

Pues bien, queridos lectores, de este relato puede concluirse que la gente que habita el palacio episcopal goza de mayor altanería que financieros o políticos ya que éstos acostumbran a tener que parecer que complacen al cliente o bien tienen que  someterse periódicamente a alguna elección.  En cambio, la relación de la curia con el pueblo es de una autoridad y sometimiento de siglos y sin que nadie ni nada les exija informar, dar cuenta, justificar, explicar, tributar, cumplir sus votos, contestar, pensar, argumentar, etc..etc.20130227-5153306w

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