Compañera Concha, que la tierra te sea leve
Me llega la triste noticia de tu partida física, no me sorprende pero me parte un poco; y más el no poder acompañarte en tu despedida.
Así que te pienso y rememoro. Te conocí en el 2006 en nuestra querida Incolora, y de entrada me llamó la atención tu fuerza, ternura y ese humor tan tuyo. Luego, en una tarde en mis caminatas por el Paseo de Alberto Palacios paso a dejarte carteles de actividad de la asociación y como una maga hechicera te encuentro acompañando a un puñado de pekes en su siesta y tú disfrutando de una humeante taza de café. Y a partir de ese momento repetimos cafés, charlas, risas y sobre todo nuestros chocolates con churros Valor.
Compartimos mucho, me gustaba tu forma tan directa de ser ‐pero a veces me asustaba un poco la verdad‐ ; sin embargo admiraba tu gran solidaridad hacia todo mundo en especial hacia las mujeres.
Te conocí también por parte de quienes te conocieron más, por tu gran labor de educadora, militante y feminista. Era habitual encontrarnos casualmente por las manis… Una vez me hizo gracia encontrarte en una a favor de la causa palestina con un pañuelo a manera de velo! Y qué pasó te dije: te pasaste al islam? … la ley mordaza acababa de aprobarse, nos echamos unas risas.
Disfrutaste como niña de los conciertos de mis amigas cantautoras que te hacían recordar entrañables jornadas antañas.
Tus ojos brillaban al hablar de tu hija, hijo y de tu reciente nieto; profesabas la autonomía familiar pero siempre les protegías a lo mamá gallina…creo
Otro punto de encuentro fue conocer a la familia mexicana de quien acogiste a Mau y los gratos momentos compartidos…y las risas además de nuestras historias varias.
Te voy a recordar probándote los pendientes mexicanos que te traje de parte de nuestra amiga Rosi, feliz y con esa gran sonrisa única tan tuya… tan de una mujer valiente, luchadora, tierna y firme a la vez.
Pero tu partida nos deja un poco huérfanas y huérfanos de ……
Hasta siempre querida Concha! Que como buena gata castiza esperaste la luna llena para marcharte; pero te quedas también con quienes te quisimos. Hasta siempre.
María Gálvez (Lily para tí)