Otra alimentación es posible
En la industria alimentaria pesan graves responsabilidades respecto a la degeneración progresiva de la alimentación humana. Es absurdo procesar cereales gastando dinero y trabajo para ello, eliminando las vitaminas y minerales esenciales para luego añadir vitaminas sintéticas para hacer el alimento algo más completo.
Todos los alimentos refinados nutren menos, engordan más, salen más caros y si no existieran ,comeríamos alimentos más baratos y con riqueza nutritiva, con lo que podríamos rebajar el consumo de carne y la forma aberrante de malgastar recursos, así como mantener a los animales en condiciones dignas.
Los productos de la agricultura intensiva, demasiado contaminados, una de las causas de la explosión de los cánceres y de la obesidad.
Nuestra alimentación debería conciliar salud y protección del entorno, a base de productos ecológicos y dando el primer lugar a los alimentos de origen vegetal, reduciendo la carne, el pescado y los productos lácteos.