¡Nos tocan a una, nos tocan a todas!
Acabo de recibir la notificación de una multa, gentileza de la Delegada del Gobierno Concepción Dancausa por mi participación en la concentración de Desarma Madrid el 14 de marzo en Sol, contra la feria de armas Homsec, que se celebró en el IFEMA.
Como el que no se consuela es porque no quiere, mi primera reacción fue pensar: Podría haber sido peor, además son tan generosos que si pago en cinco días se me queda en 50€, vaya, solo tengo que pagar el equivalente a la subida de pensión de un yayoflauta medio durante dos años.
En cuanto lo comenté por nuestro Whatsapp saltó la alarma de la solidaridad: nos multan a una… nos cabrean a todas!! Ni se te ocurra pagarla. Claro que no. Cuando la solidaridad funciona y te sientes arropado por el grupo, ser multados por un gobierno corrupto y chantajista que hace leyes a la medida de sus necesidades, es un orgullo.
En poco más de un mes se cumplirán dos años de LEY MORDAZA, un intento más de acallarnos cuando estamos en soledad, pero un motivo más de protesta cuando esta es colectiva, como ha demostrado la plataforma No Somos Delito.
Tanto yayoflautas como Desarma Madrid somos movimientos asamblearios que prescindimos de líderes. No pueden descabezarnos porque aplicamos la inteligencia colectiva, el trabajo de grupo. Sentimos no encajar en sus esquemas y carecer de dirigentes a los que amenazar, convencer, corromper o comprar.
Esta multa es solo una gota más en un océano de represión. Nuestra apuesta por las acciones no violentas y la presencia de expertas reporteras yayoflautas dificulta a las “fuerzas del orden» falsas denuncias o montajes policiales.
Cumplimos este mes cinco años en las calles, cinco años protestando los #LunesEnSol. No nos van a callar, aprendimos que la protesta pacífica es un derecho fundamental que no se puede cercenar y, si eso sucede, la desobediencia civil es la respuesta correcta de un ciudadano digno.
No quiero pasar por alto el motivo de la identificación y posterior multa: la protesta contra una FERIA DE ARMAS que regará el mundo de destrucción y muerte, auspiciada por un gobierno hipócrita que dice preocuparse por la violencia y el terrorismo.
Una vez más, es hora de denunciar el creciente militarismo que se refleja en hechos como el aumento del gasto militar en un 32% en tiempo de crisis y recortes sociales. Nos preocupa el auge del nacionalismo, el racismo y la xenofobia cuando los refugiados de nuestras guerras llegan a las fronteras pidiendo auxilio.
