Candidatura olímpica irresponsable y descabellada
· Las instalaciones de las que presume están deterioradas, anticuadas y no cumplen la normativa de seguridad.
· Carece de los adecuados medios de seguridad y emergencias (policía y bomberos).
· La calidad del aire madrileño es nociva para la salud y la práctica del deporte.
· La ruina presupuestaria de la ciudad y del estado la convierten en una candidatura temeraria.
A la denuncia que varias asociaciones vecinales de Madrid, colectivos ecologistas y trabajadores del Ayuntamiento de Madrid realizaron en un informe presentado en mayo de 2012 (http://www.somosmadrid.es/), se han sumado dos hechos relevantes en los últimos meses.
La tragedia del Madrid-Arena, un espacio municipal “multiusos” en el que fallecieron aplastadas 5 jóvenes en una fiesta el pasado 1 de noviembre, ha puesto de manifiesto la falta de seguridad y condiciones de muchas de las instalaciones de las que presume la ciudad como equipamiento deportivo ya construido de cara a la posible celebración olímpica. De hecho ni siquiera han podido obtener la licencia municipal por las graves carencias arquitectónicas y prueba de ello son las dificultades para poder celebrar el campeonato mundial de balonmano 2013, que tiene a Madrid como una de sus sedes.
Por otro lado el Ayuntamiento de Madrid ha prohibido la celebración de las tradicionales cabalgatas de Reyes en los barrios periféricos alegando falta de efectivos policiales para garantizar la seguridad en el conjunto de la ciudad durante las fiestas navideñas. Si reconoce esta incapacidad en unas fiestas, ¿cómo va a velar por la seguridad en un evento de la envergadura y duración de unos juegos olímpicos?
Estos dos elementos, se suman a la ya denunciada mala calidad del aire madrileño para la práctica del deporte, y a la ruina presupuestaria en que se encuentran las arcas estatales y sobre todo las municipales, en cuyos presupuestos se han eliminado todas las partidas de inversión a equipamientos, para pagar la insoportable deuda que Ruiz Gallardón dejó en herencia a la ciudad.
Por su parte, Ecologistas en Acción recuerda su rechazo a la costosa candidatura olímpica en un momento de grandes recortes económicos y sociales. Recortes que también afectan al deporte de base, con una reducción de presupuestos del 40% para las federaciones deportivas de la ciudad.
La ciudadanía madrileña se beneficiaría más directamente si una parte de los 2.000 millones de euros previstos para infraestructuras olímpicas se emplease para cubrir carencias en instalaciones deportivas de barrio. Por ejemplo para las pistas cubiertas y acondicionamiento de otros lugares donde hacer ejercicio, promoción de deportes de base y campeonatos escolares.
Los Juegos Olímpicos suponen una inversión desbocada y muy inadecuada para un país al borde del rescate europeo. Además, la experiencia de todos los juegos anteriores demuestra que las previsiones económicas iniciales se disparan. En Londres 2012 se gastaron más de 15.000 millones de euros, según un informe del Parlamento británico, siete veces más de lo presupuestado en principio.
Se minimizan costes y se sobrestiman ganancias
Los costes de los Juegos Olímpicos no se compensan con las ganancias que subrayan los defensores de la candidatura madrileña si atendemos, por ejemplo, a los recientes datos de Londres. Solo 100.000 turistas pasaron por la capital británica durante la primera semana de los juegos de este verano, tres veces menos de los esperado. Los comercios encuestados también facturaron menos, entre un 10% y un 30% que en el mismo periodo de 2011. El Producto Interior Bruto ha seguido cayendo en el Reino Unido, con un descenso del 0,5% en el segundo trimestre del año.
Madrid no se puede permitir una inversión tan alta y arriesgada. Y menos aún en un momento en el que acumula un déficit de casi 6.500 millones de euros, entre otras cosas por una política de grandes obras de dudosa utilidad.
Ecologistas en Acción exige a los responsables políticos del Ayuntamiento de Madrid que tomen la decisión de retirarse cuanto antes de la carrera olímpica tal y como hizo Roma hace un año.