Hoy sólo se puede vivir sublevadamente
En un sistema político ausente de mecanismos de control las instituciones sufren una llegada masiva de delincuentes que hacen de ellas el reino de la corrupción, engrosando las filas de los ricos y sin que nadie les persiga. Entre las muchas injusticias y suciedades de esta España falsamente democrática, gobernada por gente sin valores e inmoral, la libertad impune, ostentosa e hiriente de los saqueadores es la mayor.
Cajas quebradas, arruinadas y devastadas por el mayor saqueo de la historia de España a un sistema financiero en su totalidad. El sistema lo que brinda es la impunidad.
Una vez que ya no es posible seguir creando parados (ya casi no queda empleo empezamos a saber en que consiste las medidas para la creación de empleo = VACIAR LOS FONDOS DE LA SEGURIDAD SOCIAL PARA FUTURAS JUBILACIONES para mayor gloria de los planes de pensiones de financieros y banqueros.
Toleramos los mayores dramas y pecados colectivos con una pasmosa frialdad: la locura colectiva y suicida de la carrera armamentista, de los presupuestos militares y de represión, los espectáculos macabros de millones de muertos de hambre en el mundo y los genocidios y etnocidios de tantos pueblos.
Mientras, los medios dirigidos por los amos que nos esclavizan, desvían nuestra atención culpando a guardagujas y titiriteros, creando miedo, o criminalizando a activistas y regeneradores sociales, mediante absurdas asociaciones, mentiras y engaños, megadifundidos con recursos que previamente nos han robado.
Hoy sólo se puede vivir sublevadamente. La lucha y la rebeldía contra la manipulación social es un imperativo que arranca de la dignidad de la persona.