El machismo mata y los recortes rematan

B3TvnmMIcAAFNtS.jpg-largeLa violencia machista contra las mujeres no es un hecho privado ni accidental sino un fénomeno estructural y trasversal de nuestra sociedad, un ambito político de primer orden que echa sus raíces en la desigualdad de poder entre los sexos. Las políticas de austeridad y las reformas como la del trabajo y de la educación, contribuyen en poner en peligro los avances en autonomía de las mujeres y dinamitar las discriminaciones sociales, culturales y sexuales.

La violencia atraviesa todos los aspectos de la existencia, controla y domestica los cuerpos y las vidas de las mujeres: en la familla, en los lugares de trabajo, en la escuela, en la universidad, en la calle, por la noche, por la día, en los hospitales, en los medios y en la red.

Se puede abordar a la violencia contra las mujeres solo con un cambio cultural radical que venga precedido de medidas de prevención y protección (jurídicas, económicas, educativas…) con medidas, por ejemplo, como la eliminación de la brecha salarial, nido de desigualdad,  la creación de Centros Antiviolencia de naturaleza política y de cambio, la modificación de la consideración legal de asesinatos por violencia de género (Asesinatos de hijos por venganza son violencia de género, muerte por ablación es violencia de género…)

 

Basta ya! Es el grito que se alza de varios lados del mundo.

Que de los feminicidios, seamos la rabia que nos empuje a trasformar el mundo

 

En muchísimos países, las huelgas y las protestas de las mujeres que se rebelan a la violencia y al feminicidio y luchan por la autodeterminación femenina son cada día más numerosas. Los cuerpos de las mujeres invaden las calles, tienden puentes y narraciones comunes de un lado al otro del mundo. La movilización se extiende mas allá de las fronteras nacionales y plantea asambleas llenas de centenares y centenares de mujeres, que deciden bajar a las calles y hablar sobre la matanza de mujeres y a las varias formas de violencia cotidiana.

Esta lucha pertenece a todas, suprime las fronteras y no conoce geografía. En este sentido, tenemos que rechazar cualquier instrumentalización racista que pretenda reducir la violencia a un problema de orden público. Si nos tocan a una, nos tocan a todas!

Por estos motivos, el próximo 25 de noviembre, con ocasión del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, desde todas partes bajaremos a las calles detrás de una pancarta por el fin de la violencia machista, una prioridad en el proceso de transformación social.

Unidas para poder pasar de la noche al día, del terror a la vida

Ni una mujer con miedo, ni en un sistema de horror, porque tras cada feminicidio hay una vida de atropellos

 

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