La edad dorada del activismo

Silvia, del colectivo MAšTA hace unos meses (allá por abril) entrevista en el café Armenia a Yaya Pili y a Yaya Pilar con objeto de recoger la experiencia de yay@flautas en un manual de activismo creativo y que ha salido publicado en Julio, en:

http://www.mastazine.net/handbook/interviews/yayflautas-retirement-golden-age-activism

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Nos reunimos en Armenia Café, un café bastante antiguo, situado en una de las calles cercanas a la Puerta del Sol de Madrid, donde comenzó la revolución del de 15-M. Este es exactamente el mismo lugar donde el primer grupo de Madrid-Yay@flautas se reunieron en mayo de 2012 para organizar su primera manifestación. En la actualidad, son unos cien yayas y yayos (un término Español de cariño para los abuelos,. En sus acciones son fácilmente reconocibles por sus chalecos reflectantes y su presencia hace mucho ruido en los bancos, edificios administrativos y  manifestaciones callejeras. La edad promedio del grupo podría estar alrededor de los 70 años de edad así que ellos se consideran «los padres y abuelos del movimiento de 15-M» y reclaman en voz clara «la necesidad de estar en las calles!».

 

No hay edad para ACTIVISMO

 

Estoy de camino a una reunión con  Pili, mi contacto de yay@flautas,  quien me informa telefónicamente que va a llegar un poco tarde. Pero en la cafetería otra yaya, también llamada Pilar, está esperando. «Sólo busca a una mujer con pelo púrpura» me dice. Entro en el lugar y fácilmente, reconozco a esta segunda Pilar  que al acercarse a su mesa  ya me está esperando con una sonrisa. Apenas segundos después, ya estamos sumergidas en una conversación profunda sobre el estado actual del periodismo profesional, la cantidad de gente joven emigrante laboral en busca de trabajo,  así como sobre los medios de comunicación social, cómo cambiar nuestro presente, especialmente posibilitando nuevas cosas-.

 

Está muy acostumbrada a entrevistas.  Comenta:»Hemos tenido incluso un canal de televisión alemán realizándonos filmación, durante días para un documental».

Hablamos del colectivo y de su colega Pili quien puso en contacto con el movimiento original – nacido en Barcelona – después de escucharlos en una entrevista . Pili y Pilar, han decidido pasar su tiempo libre con algo que ellas consideran útil para ellas mismos y la sociedad.»No es que nos sintamos aburridos en casa… Lo hacemos porque somos gente creativa y porque creemos que el estado de bienestar debe ser defendido». «Las personas mayores son necesarias en las calles!».

Pili, finalmente se nos ha unido . Con ella presente, siguen comentando: Es cierto que muchos de los yayoflautas cuentan con previa experiencia  revolucionaria (cada uno a su manera) de cuando eran jóvenes, y formaron  parte de distintos partidos o movimientos políticos. Pero no es así en todos los casos. Consideramos importante la diversidad del grupo  y no ser identificados como un colectivo asociado a  partidos políticos concretos. Los yayoflautas comparten un descontento generalizado con la clase política, sin embargo. ¿Están de acuerdo en cuál es la solución a la situación actual?: «para»derribar todo y reconstruirlo desde cero”, señala Pili.

 

¿Te consideras activistas? «Sí,» Pili afirma sin vacilar. «Queremos cambiar el mundo, pero no sabemos exactamente cómo lo podemos hacer, que es un poco frustrante». Lo que sí coreámos a los poderosos que mantienen este estado de las cosas es que «SOMOS MAYORES PERO NO SUMISOS!»En la actualidad, en la España contemporánea, la mayoría de los ciudadanos están preocupados porque su sociedad está cayendo a pedazos. Pero por otro lado, esta situación ha desencadenado un increíble número de movimientos impulsados por gente anónima y corriente que se reunen para defender lo que creen que les pertenece como ciudadanos; desde abajo, crecen movimientos estructurados horizontalmente que reclaman educación, salud, empleo, transporte, subsidios o, simplemente, honestidad y transparencia política. «Algo tiene que cambiar con nuestra ayuda”. añade Pilar.  El hecho de nuestra edad avanzada – en comparación con los jóvenes que normalmente participan en manifestaciones – ayuda en los enfrentamientos con la policía  que no puede mantener la crítica  por acciones violentas durante la manifestación y los desalojos a la vista de nuestra incapacidad física para ello.  No saben cómo proceder con un montón de septuagenarios, ataviados con chalecos reflectantes amarillos, armados hasta los dientes con pancartas y silbatos, haciendo un gran desastre dentro de una sucursal bancaria, mientras que exigen hablar con el gerente para exponerle quejas sobre el dinero robado  a través de ventas fraudulentas

 

Hoy en día los yay@flautas, a veces, pueden parecer omnipresente. «Somos como un dolor en el culo » , un colectivo que opera coln el FACTOR sorpresa que es fundamental para el éxito de cada acción de desobediencia civil. El equipo de acción – un grupo pequeño operativo- es el único responsable de elegir los objetivos e informar a cada yay @ del lugar y fecha. «Llegamos allí, como si nada especial, como si pasáramos – por supuesto con el chaleco reflectante oculto, pero dispuestos a actuar!», explican. El pretexto de cada acción es ocupar el espacio institucional de que se trate y entregar un documento con las quejas concretas a la persona a cargo de la institución, pero «lo mejor para nosotros es cuando no quieren recibirnos. Es cuando comienza el jaleo! ¡ Ah!»

 

Puedo ver la emoción en sus rostros  explicando algunas anécdotas de las últimas manifestaciones. Reescribir letra de canciones  para hacerlas reivindicaditas y  cantarlas con buen humor son ingredientes básicos para sus acciones. «Somos pacíficos, pero provocamos un gran desastre. El objetivo es reunir la mayor protesta, respuesta  y  también visibilidad de las acciones en los medios de comunicación». Y sin duda saben cómo llamar la atención en los espacios públicos y conseguir la empatía de la gente que, sin esperarlo, se engancha a las acciones. Aunque  son un  colectivo pequeño, son parte de una red junto con otras plataformas, donde comparten información, iniciativas y llamadas a la acción o manifestación. Aparte de sus propias acciones, apoyan a otros colectivos, así que es fácil encontrar un grupo de yay@flautas en casi cualquier manifestación de  colectivos amigos. En  un minuto Pilar  ha citado al menos una docena de cosas que están en la agenda colectiva: preparar una actuación de Performance,  ‘el grito’, acudir al puesto que semanalmente tienen en Tirso de Molina, donde llegan algunos fondos por la venta de camisetas y bufandas de punto que ellos mismos tejen, o un programa de radio al que van a colaborar, etc. tiene en mente, entre otros.

Esta relación de sus actividades les ha recordado que todavía tienen que planificar la acción de la próxima semana un poco. Así que en vez de quedarme de testigo privilegiado me quedo con la sorpresa y opto por dejarlas en el Café concretando algunos detalles. Cuando me alejo me doy cuenta de que estos abuelos tienen una vitalidad muy contagiosa y una vibración revolucionaria. Así que le digo a mi madre dónde ella puede conocer nuevos amigos.

Nota * YAY@FLAUTA: el nombre proviene del término despectivo usado por un político derechista al referirse a los jóvenes durante el campamento del de 15-M en la madrileña Puerta del Sol: «perroflauta» de «perro = perro y flauta flauta =» – que pretende hacerles frente como anti-establishment o excluídos que andan por las calles en compañía de un perro. En solidaridad con los jóvenes, los mayores al unirse a las manifestaciones adoptaron este apodo que crea una mezcla de este término y el entrañable de abuela o abuelo pero con el diminutivo usado por sus nietos.

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